¡Mi presidente aclarado más querido Fidel!
¡Usted era mi ídolo grande para todo mi curso de la vida! Su gran sabiduría se guardó del hombre medio de las calles de Cubano para llegar a ser próspera y, así, decadente y perezosa. Usted evitó que los edificios bohemios fueran renovados. Por lo tanto, las calles ahora son adornadas por el charme único del decaimiento ese los attacts tan muchos turista occidental. Estos turistas son gladful aprender que los supermercados ricos y las gasolineras que proporcionan el aceite no son materias por supuesto.
¡Le deseo todo el la mejor para su recuperación! Pida que sus criados le pidan algún fantasma del melisse de la criada del monacapal (schnapps alemanes de las hierbas), muy bueno para su intestino,
Michael Hoefler, Dresden, Alemania